La Plataforma de Organizaciones de Pacientes pide una Ley Nacional de Protección de la situación de Cronicidad

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La Plataforma de Organizaciones de Pacientes ha pedido la creación de una Ley Nacional de Protección de la situación de Cronicidad así como la eliminación de las diferencias territoriales en la asistencia sanitaria y en el acceso a los tratamientos y medicinas, en el marco del Foro de Pacientes, celebrado como novedad en el 8º Encuentro Internacional de Biotecnología, Biospain 2016.
Según Tomás Castillo, presidente la Plataforma, el principal reto de los pacientes pasa por conseguir una participación activa en las políticas de salud y en el Sistema Nacional de Salud (SNS). “Es la hora de los pacientes y debemos avanzar en la cohesión del sistema y crear alianzas con los agentes sanitarios”, ha comentado, a la vez que ha afirmado que, para conseguirlo es necesario lograr una figura del paciente activo, experto y fomentar el compromiso ético.
Asimismo, reivindicó un Plan de Estado que garantice el acceso a los tratamientos innovadores de última generación, dotado de fondos presupuestarios plurianuales; y la creación de mecanismos de participación oficial de los pacientes en el sistema.
Por su parte, Elena Andradas, directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, señaló que seis de cada 10 pacientes que acuden al Sistema Nacional de Salud no entienden la información que el sistema les está facilitando. “Es necesario incidir en determinadas áreas de trabajo como la alfabetización sanitaria, y debemos ser capaces de mejorar las aptitudes del paciente para mejorar la autogestión de su salud”, ha comentado.
Pero en el papel activo del paciente también es necesaria la perspectiva de los profesionales sanitarios. “Debemos ofrecer una atención integral en el plano no solo físico, sino también mental y social”, explicó, por su parte, Estíbaliz Gamboa. En su opinión, se les debe exigir al paciente tanto responsabilidad como participación con el sistema en todas las decisiones que tome. Y es que, con una mayor participación se consiguen beneficios como mejorar de la seguridad, la experiencia y la satisfacción (tanto del paciente como del profesional); así como mejorar los resultados en salud y reducir los costes de los servicios sanitarios.
Para ello “es necesario llevar a cabo estrategias prácticas que pasan por la preparación del paciente, la familia y los sanitarios; un rediseño del sistema y del cuidado; un paternariado organizacional; una mayor transparencia para que se conozcan los costes y se exija un uso responsable de los servicios; la involucración del paciente en la evaluación e investigación y en la legislación y regulación, así como en las políticas públicas”, concluyó Gamboa.

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