Mato anima a las Comunidades Autónomas a afrontar el reto que supondrá un espacio sociosanitario común

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La ministra de Sanidad, Servicios Sociales y Igualdad, Ana Mato, invitó ayer a las comunidades autónomas a afrontar el reto que supondrá a corto plazo la atención de los pacientes crónicos y dependientes, mediante la construcción de un “espacio sociosanitario común”, una tarea compleja, reconoció, que confía en tener lista lo antes posible.
En la inauguración en Barcelona del IV Congreso Internacional Dependencia y Calidad de Vida, Mato ha hecho un llamamiento al diálogo, que ampliará a organizaciones profesionales y entidades, para abordar entre todos “cómo hacer realidad un modelo de atención sociosanitaria” que, posteriormente, elevará a las comisiones interterritoriales de Salud y Asuntos Sociales y Dependencia para su aprobación.
Según la ministra, configurar dicho sistema es prioritario para garantizar la sostenibilidad del sistema, dado el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida, por lo que ha insistido en que se trata de un “reto social de importantísima magnitud que no permite mirar hacia otro lado”.
Dicho modelo debería fijar los criterios comunes en España sobre qué personas se consideran tributarias del nuevo sistema, qué servicios integran la cartera, qué requisitos básicos y comunes tienen los dispositivos de atención y qué instrumentos de coordinación y sistema de información compartida se implementan.
Mato, que ha reconocido que actualmente “no se ha alcanzado un nivel de coordinación suficiente ni adecuado para garantizar la continuidad asistencial”, ha insistido en la petición de un diálogo abierto para lograr dicho pacto sociosanitario y garantizar así la igualdad de acceso, un cambio no solo organizativo, ha dicho, sino también mental para poner al paciente en el centro del sistema.
El congreso, organizado por la Fundación Edad&Vida, el Ministerio, la Generalitat, el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona, aspira así a aportar ideas sobre cómo debería ser el nuevo sistema, ante la premisa de que la crisis y los cambios demográficos ponen en riesgo la sostenibilidad del Estado de Bienestar.
El conseller de Salud de la Generalitat, Boi Ruiz, ha coincidido en el diagnóstico, y ha achacado la necesidad de reformas al “éxito extraordinario” del sistema sanitario en los últimos años, ya que el envejecimiento y la cronicidad son fruto de que el modelo sanitario ha permitido aumentar la esperanza de vida de la población.
El cambio, según Boi Ruiz, pasa por replantearse la atención a los convalecientes –más de la mitad de la cirugía en Catalunya ya se hace sin ingreso hospitalario–, fomentar el uso de las tecnologías de la información y no perder la perspectiva de la proximidad.
El conseller, en todo caso, ha destacado la importancia de que el nuevo modelo tenga una “flexibilidad suficiente” para que cada comunidad y cada territorio puede dar respuesta a sus especificidades, y ha pedido una reforma por la vía de la adaptación y no la estructuralización, ha dicho.
El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha insistido en la calidad del sistema sanitario, aunque ha considerado –tanto él como la misma Mato han subrayado la amistad que les une desde hace años–, que las transferencias de competencias a las comunidades se han hecho “dejándolas cojas”, porque aquel que tiene la capacidad de legislar no es el que recauda.
Históricamente, “se ha traspasado el déficit en gran parte a las comunidades autónomas”, ha expresado Trias, y siguen sin solucionarse dilemas eternos como quién financia el modelo, quién lo planifica o quién provee de servicios a los ciudadanos, en un contexto en el que el paro pone en riesgo el modelo.
 

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