
La Confederación Española de Alzheimer (CEAFA), entidad perteneciente a COCEMFE, ha emitido un comunicado en el que ha puesto de manifiesto una serie de reivindicaciones ante la nueva normalidad derivada de la crisis del COVID-19.
Según CEAFA, desde la entrada en vigor del estado de alarma alrededor de 200.000 personas afectadas por Alzheimer u otro tipo de demencia han dejado de recibir los servicios y atenciones especializados que ofrecen las Asociaciones de Familiares de Personas afectadas por estas enfermedades.
Dicha situación ha conllevado el cierre de los centros y recursos, el confinamiento domiciliario de los usuarios/as y la adopción de expedientes de regulación temporales de empleo para más del 80% de los 4.664 profesionales que integran las plantillas de estas entidades sin fines lucrativos.
CEAFA afirma ser consciente de que se están dando los pasos oportunos para facilitar la vuelta a la “nueva normalidad”, lo cual es un factor de optimismo y a su vez es el momento de plantear algunas cuestiones de especial relevancia para el colectivo al que representa, y que deben tenerse en cuenta para “preservar la dignidad y el cumplimiento de los derechos de miles de ciudadanos/as”.
Por ello la entidad considera prioritario “la reapertura de los centros de día terapéuticos, las unidades de respiro, los talleres de memoria”, con el fin de poder paliar los efectos negativos que el confinamiento prolongado está generando sobre la salud de las personas en general y sobre la evolución de los estadios de demencia en particular”. A su juicio aplicable, además, “a la persona que asume el cuidado y atención de un familiar con demencia, cuya salud física y psicológica también se está viendo resentida por este estado de alarma”, asegura.
Asimismo reclama “potenciar los servicios o atenciones a domicilio, entendidas no sólo como una oportunidad terapéutica para las personas con la enfermedad, sino también como momentos de respiro para las personas cuidadoras, sobre todo, en esos momentos en los que tengan que reincorporarse a sus obligaciones laborales, contribuyendo, de esta manera, a conciliar la vida personal con la vida profesional”, explica la Confederación
Por último, la Confederación solicita la recuperación de los/as profesionales en situación de ERTE de manera progresiva y escalonada y que todos los centros de atención integral a la demencia deberían contar con los equipos de protección integral (EPIs) necesarios y proporcionados por las diferentes Administraciones públicas.