COCEMFE expone las necesidades de las familias en las Jornadas de ABC

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Carmen Gil, responsable de Familia de COCEMFE, durante una de sus intervenciones

La responsable de Familia de COCEMFE, Carmen Gil, participó hoy 17 de noviembre en la mesa de “Familia y Discapacidad” en el marco de las Jornadas de Discapacidad “Titulares para la superación” organizadas por el diario ABC, en compañía de Mayte Gallego, presidenta de CERMI Comunidad de Madrid; Paloma Sol, directora general de la Fundación Juan XXIII; Marta Rodríguez, directora de la Fundación Gatea y Judith Belbet, Fundación Adecco, y moderada por Laura Peraita.
Esta mesa de debate abordó desde múltiples perspectivas las particularidades que supone para una familia tener un miembro con discapacidad, los apoyos que requiere cada persona que compone la familia, las claves para alcanzar la normalización y las demandas más urgentes que necesitan las familias con personas con discapacidad.

Carmen Gil, explicó que “cuando te dicen que tu hijo va a tener una discapacidad llegan el desconcierto y ansiedad porque estás solo y no entiendes por qué te toca vivir esto. Con el paso del tiempo te das cuenta de que te toca como puede tocarle a cualquiera y el miedo y ansiedad remiten. Tenemos la suerte de encontrarnos con asociaciones con personas que tienen la misma patología y padres y madres que han pasado esa misma situación, te dan un hombro donde llorar y las herramientas para poder pasar de ese caos inicial a la calma. A pesar de todo, puedes normalizar tu vida”.

Mayte Gallego, presidenta de CERMI Comunidad de Madrid, hizo hincapié en “la pobreza que afecta en mayor medida a las personas con discapacidad por el sobreesfuerzo económico al que tienen que hacer frente”, y en la cuestión de género cuando se produce la separación de los progenitores, asegurando “que la madre es la que no va a abandonar a su hijo o hija con discapacidad; si dejas de trabajar tu situación económica es mucho peor que la de otras madres, tendrás una pensión más baja… y en definitiva la mujer es más pobre en la discapacidad”.
En este sentido, Marta Rodríguez, directora de la Fundación Gatea, señaló la importancia de que “ambas partes de la pareja se impliquen en esta nueva circunstancia y de recuperar un entorno social y familiar lo antes posible”.
Judith Belbet, de Fundación Adecco, destacó que “hay roles culturalmente muy instaurados y aceptados y que hacen que sea la mujer quien asuma una mayor responsabilidad en el cuidado de los hijos. Esto ocurre en familias sin discapacidad y con discapacidad y lo que hay que hacer es implicar a todos los miembros de la familia”.
Paloma Sol, directora general de la Fundación Juan XXIII, aseguró que “en muchas ocasiones hay padres anulados por las madres, con mucha frustración por parte de los hombres, con sensación de inutilidad, de que no les entienden; cuando es importantísimo tener la visión del hombre y que haya equilibrio en la pareja”.

Las participantes y moderadora de la mesa redonda “Familia y Discapacidad”

“La adversidad por sí misma no une, y cada uno la vive de una manera. Muchas veces hay una persona de la pareja que se pone las pilas y se pone a intervenir y a buscar recursos. Prioriza al niño y después mira atrás y no sabe en qué momento ha dejado a un lado a la persona que era la más importante”, afirmó Marta Rodríguez, directora de la Fundación Gatea.
Carmen Gil destacó la importancia del movimiento asociativo al respecto puesto que “realiza actividades de ocio y tiempo libre, escuelas de padres y programas de respiro familiar que son necesarios y suponen no solo una mejor calidad de vida para las personas con discapacidad sino también para su propio entorno”.
Mayte Gallego apostó por la normalización de la maternidad asegurando que “somos tan válidas como cualquier otra madre, con nuestras capacidades diferentes y haciendo las cosas diferentes” y apuntó a la educación inclusiva como “herramienta para normalizar la discapacidad”.
Judith Belbet señaló que “los abuelos de niños y niñas con discapacidad en muchas ocasiones al tener un buen estado de salud se ocupan de cuidar a sus nietos y permiten a los padres seguir trabajando”. Marta Rodríguez se centró en “la doble preocupación de los abuelos”, por cómo está su hijo y cómo está su nieto, y puso como ejemplo “la capacidad de las personas mayores para sobrellevar la adversidad” en oposición a “la vida más controladora que llevamos ahora y que nos lleva a rechazar la adversidad”.
Paloma Sol afirmó que “los padres tienen que estar haciendo muchas cosas para que los hermanos de un niño o niña con discapacidad no sufran o caigan en una situación de depresión o baja autoestima”; y añadió que “para la aceptación, el hermano debe vivir la discapacidad no sobreprotegerle”.

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