La Coalición Nacional de Fibromialgia, Encefalomielitis Miálgica/Síndrome de Fatiga Crónica, Sensibilidad Química Múltiple y Electrohipersensibilidad (CONFESQ), entidad perteneciente a COCEMFE, ha firmado un convenio de colaboración con la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), con el objetivo de mejorar la atención sanitaria que reciben las personas que conviven con estas enfermedades, caracterizadas por su complejidad, su difícil diagnóstico y, en muchos casos, su escasa visibilidad en el ámbito sanitario.
El acuerdo establece una hoja de ruta compartida para promover el conocimiento mutuo entre profesionales de Atención Primaria y entidades de personas con enfermedades crónicas poco reconocidas, así como para favorecer una atención más humana, próxima y adaptada a las necesidades reales de quienes viven con estas condiciones.
A través de este convenio, ambas entidades se comprometen a desarrollar actividades conjuntas como jornadas, sesiones informativas, formaciones y participación recíproca en congresos. Estas iniciativas estarán dirigidas tanto a profesionales de la salud como a personas directamente implicadas, con el fin de mejorar la comprensión, la escucha y el acompañamiento en el proceso asistencial.
Además, el acuerdo prevé la creación de comisiones de trabajo paritarias para coordinar y evaluar los proyectos conjuntos. También contempla la posibilidad de sumar a otras organizaciones, sociedades científicas o centros de investigación, con el propósito de generar sinergias que contribuyan a una mejora real y sostenible de la calidad de vida de las personas. Cada acción se concretará a través de acuerdos específicos que recogerán los objetivos, los recursos y los calendarios de ejecución.
Desde CONFESQ se valora especialmente que este convenio sitúe a la Atención Primaria como un eje estratégico para ofrecer una atención más continua, cercana y basada en la confianza. En palabras de su presidenta, María López, “este paso permite construir puentes y avanzar hacia relaciones más comprensivas y efectivas entre profesionales de la salud y quienes conviven con estas enfermedades. La participación activa de quienes viven esta realidad es fundamental para transformar el modelo de atención sanitaria”.
















