La Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid, FAMMA-Cocemfe Madrid, ha puesto de relieve que la asistencia personal sigue siendo una de las prestaciones menos extendidas y conocidas dentro del catálogo de la Ley de Dependencia, a pesar de ser una herramienta fundamental para favorecer la vida independiente y la inclusión social de las personas con discapacidad.
En la Comunidad de Madrid, de las más de 168.000 personas beneficiarias de prestaciones y servicios de dependencia (según datos de IMSERSO de julio de 2025), únicamente alrededor de 550 cuentan con asistencia personal reconocida, lo que supone tan solo un 0,3 % del total. La mayoría de las ayudas continúan correspondiendo a cuidados en el entorno familiar —casi el 50 %— o a la atención en centros, modelos que resultan valiosos pero que en muchos casos pueden limitar el derecho de las personas a decidir cómo, dónde y con quién quieren vivir.
FAMMA-Cocemfe Madrid recuerda que la asistencia personal está reconocida en la Ley 39/2006 de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia y que constituye un recurso clave para garantizar la libertad de elección y la participación plena en la sociedad. La organización considera esencial que esta prestación cuente con un mayor despliegue y con una cobertura suficiente en la Comunidad de Madrid, evitando desigualdades derivadas del lugar de residencia.
“Hablar de asistencia personal es hablar de autonomía, libertad y oportunidades. Se trata de un derecho que ayuda a que cada persona pueda desarrollar su proyecto de vida con la mayor independencia posible”, ha señalado el presidente de FAMMA-Cocemfe Madrid, Javier Font.
La entidad propone reforzar la coordinación entre administraciones y avanzar en medidas que permitan situar la asistencia personal en el centro de las políticas de autonomía y vida independiente. Entre estas medidas, FAMMA-Cocemfe Madrid destaca la necesidad de una financiación estable, la simplificación administrativa para acceder a la prestación, planes específicos de formación y profesionalización para asistentes personales y la compatibilidad con otras ayudas que permitan una mayor flexibilidad.
Asimismo, la organización recuerda que la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, ratificada por España, reconoce la asistencia personal como un instrumento esencial para garantizar el derecho a la vida independiente. Un desarrollo adecuado de esta figura permitiría que las personas con discapacidad dispongan de las mismas oportunidades de participación, elección y libertad que el resto de la ciudadanía, contribuyendo a una sociedad más justa e inclusiva.
















