COCEMFE Catalunya participa activamente en la campaña ‘A mi també m’agrada’, una iniciativa pionera que da voz a las personas LGTBIQ+ con discapacidad física, con el objetivo de romper barreras y promover una sociedad verdaderamente inclusiva. El proyecto, presentado en el Casal LGTBI de Barcelona, visibiliza realidades tradicionalmente ignoradas, y reclama el derecho a vivir plenamente la sexualidad, el afecto y el deseo, desde la diversidad y la dignidad.
Durante el acto, personas con discapacidad, representantes institucionales y activistas del colectivo compartieron reflexiones y vivencias que evidencian la necesidad de romper con la sobreprotección, el paternalismo y la invisibilidad estructural. Josep Maria Martínez, en representación de COCEMFE Catalunya, destacó: “Ser LGTBI y tener una discapacidad no es solo sumar dos realidades, es vivir en un mundo que no está preparado para ninguna de las dos. No queremos solo acceder a los espacios, queremos participar, decidir, transformar. Queremos ser escuchados, representados y respetados”.
La campaña ha sido desarrollada por la Fundación Step by Step desde un enfoque participativo y transversal, con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya. Incluye ilustraciones del artista Sebas Martín, materiales audiovisuales y testimonios reales que constituyen una herramienta potente de sensibilización.
El acto de presentación fue un espacio profundamente emotivo, donde también se escucharon voces como la de Silvia Pucci, activista con discapacidad, que subrayó: “También nos merecemos enamorarnos, divertirnos, tener una vida plena, como cualquier otra persona”.
Entre los objetivos del proyecto destacan la creación de espacios accesibles, la formación de profesionales desde una mirada inclusiva, la incorporación de referentes LGTBIQ+ con discapacidad en el ámbito cultural, y la promoción de una educación afectiva y sexual sin exclusiones.
‘A mi també m’agrada’ representa un paso firme hacia una sociedad más justa, diversa y accesible. Esta campaña no solo interpela a las instituciones, sino a toda la ciudadanía, invitando a revisar prejuicios y abrir espacios reales de participación e igualdad.
















