La Coalición Nacional de Fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónica, Sensibilidad Química Múltiple y Electrohipersensibilidad (CONFESQ), entidad perteneciente a COCEMFE, ha dado a conocer la solicitud que 56 personas del ámbito de la medicina y de la investigación y 75 asociaciones de seis países han presentado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que se incluya la sensibilidad química múltiple en el sistema de codificación CIE-11.
Dicha enfermedad, también conocida por sus siglas SQM en español o MCS en inglés, es una patología crónica y multisistémica que nace como respuesta a la exposición de sustancias tóxicas y compuestos químicos que pueden estar presentes en perfumes, geles de baño, productos de limpieza o humo del tabaco, y que pueden resultar nocivos para su salud o empeorar su calidad de vida.
La solicitud presentada en el CIE-11, en el apartado ‘Condiciones alérgicas o de hipersensibilidad’, consta de dos documentos: uno social elaborado por CONFESQ como representante de las asociaciones que aglutinan a personas con SQM y uno científico realizado por la Fundación Alborada, bajo la dirección de Pilar Muñoz Calero, presidenta de la entidad y directora de la cátedra extraordinaria de Patología y Medio Ambiente en la Universidad Complutense de Madrid.
La elaboración del documento científico se ha basado en distintas investigaciones sobre la sensibilidad química múltiple, como el ‘General and Applied Toxicology’, una de las publicaciones más relevantes sobre toxicología que recoge las principales características de la SQM y de otras enfermedades relacionadas, e introduce la descripción de mecanismos etiológicos como la sensibilización neuronal previa, la activación del ciclo viciosos bioquímico NO/ONOO y la influencia de ciertos grupos de tóxicos sobre los receptores NMDA, entre otros. El documento también se ha basado en investigaciones recogidas en otras publicaciones sobre los polimorfismos genéticos asociados a la SQM, el papel que juega la metabolización de los xenobióticos, la influencia de la alta carga tóxica y el bajo estatus nutricional del individuo, así como otros escritos de referencia de la Academia Americana de Medicina Ambiental y de la Academia Europea de Medicina Ambiental.
Por su parte, el documento social elaborado por las asociaciones que representan a las personas con este tipo de enfermedades hace referencia a la situación y necesidad que estos tienen de que su enfermedad se dé a conocer a los profesionales sanitarios, para poder acceder a un diagnóstico temprano y a las orientaciones y tratamientos necesarios. Hace además referencia a que esta patología es conocida y llamada así de forma oficial ya en diversos países como España, Alemania, Austria, Suiza, Luxemburgo, Dinamarca o Japón.
El reconocimiento de la SQM en el CIE-11 supondría una categorización a nivel global y, con ello, que las personas con estas enfermedades tuvieran un mejor diagnóstico, tratamiento, adaptaciones de su entorno y, en consecuencia, mejor calidad de vida. En este sentido, a nivel médico se tendrían más recursos y conocimientos de esta patología; y a nivel y científico se tendría un mayor conocimiento sobre esta patología y se fomentaría la investigación tan necesaria para conocer con más detalle su etiología, síntomas y efectos.
Esta acción, que se presentó el pasado 31 de mayo, volverá a ser anunciada el próximo 6 de octubre en el marco de la III Jornada de Actualización de la Investigación de Sensibilidad Química Múltiple y Electrosensibilidad, organizada por CONFESQ.
